En el mundo de la construcción, el terreno es mucho más que el simple suelo sobre el que se levantan las estructuras. Es la base, el cimiento de todo proyecto. Y para que una construcción sea exitosa y duradera, es fundamental asegurar que el terreno sea estable, resistente y adecuado para soportar la carga que se le va a exigir.
Ahí es donde entran en juego las técnicas de compactación y mejora del terreno. Estos procedimientos, llevados a cabo con equipos especializados, permiten transformar un suelo inadecuado en un terreno firme y confiable, listo para recibir cualquier tipo de construcción.
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